Cuando comenzaron a trabajar en las flores, las y los miembros de Sintrasplendor no se imaginaron que sus voces y testimonios serían escuchados por muchas personas en Colombia y otros países. Tampoco que haber logrado que su empresa eliminara el sistema del trabajo en línea, los llevaría a una lucha que aún hoy mantiene con C.I. Splendor Flowers, empresa del grupo DOLE, en Colombia.
Hace 2 años, 25 trabajadoras y trabajadores de C.I. Splendor Flowers, dieron origen al sindicato Sintrasplendor, una organización sindical autónoma que llegó a tener casi 1000 afiliadas y afiliados. Sintrasplendor hace parte de Untraflores, sindicato de industria que nació en 2001 con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las y los operarios, apelando a las leyes que amparan los derechos laborales y a los buenos resultados económicos que arroja el esmero diario de las y los operarios.
La primera batalla de Sintrasplendor fue por el registro sindical, que sufrió todo tipo de obstáculos en el Ministerio de Protección Social, pero que finalmente obtuvo a finales de 2005. Entonces comenzó la pugna por la negociación colectiva de la convención. La compañía, apelando a una vieja práctica antisindical del sector, facilitó la llegada del sindicato Sintrasplendor, reconocido por trabajadoras y trabajadores como sindicato patronal, con la intención de dividir y dificultar la negociación.
En octubre de 2006 volvió a repetirse la historia, muchas veces contada en el sector: la empresa prefirió cerrar la finca que negociar el pliego de peticiones, aduciendo dificultades económicas. Con ofertas de indemnizaciones más altas a cambio de su renuncia, DOLE dejó sin empleo a 2300 trabajadoras y trabajadores de Splendor y a otras decenas en varias de sus fincas de la Sabana de Bogotá. Las y los dirigentes de Sintrasplendor prefirieron acudir a un tribunal de arbitramento y mantener su batalla hasta el final.
Paralelamente, en el país continuaba la discusión sobre el Tratado de Libre Comercio, TLC, uno de cuyos sectores que se había anunciado como ganador desde el comienzo era la floricultura. La realidad que vivían las y los trabajadores de flores de DOLE, eran un duro ejemplo que desinflaba los argumentos en defensa de un modelo centrado en las exportaciones y la atracción de inversión extranjera.
Con dos años de retraso el Tratado se firmó y aún espera su ratificación en el Congreso de Estados Unidos, detenida, entre otras razones, por la falta de garantías para la libertad sindical que hay en Colombia.
Desde hace dos décadas varios intentos de organización sindical en la floricultura han sido sofocados por el gremio empresarial. El caso de las empresas Bogotá Flowers, Tuchany y más recientemente Wesmax y Flores de La Sabana, señalan que si bien en la floricultura colombiana no se ha presentado el tipo de violencia antisindical que ha vivido el resto del país y otros sectores exportadores como petróleo y banano, tampoco se ha logrado la consolidación de una organización autónoma que represente los derechos de las y los trabajadores. Un empeño que mantiene Untraflores en medio de múltiples dificultades y tropiezos.
Sintrasplendor aún espera el nombramiento del Tribunal de Arbitramento por parte del Ministerio de Protección Social para que sea reconocido su pliego de peticiones. Sus integrantes, junto con los cientos de miles de trabajadoras y trabajadores de flores del mundo entero, volverán a ser el eje de una celebración que busca rendirles homenaje y generar el justo reconocimiento de sus derechos laborales, en especial el derecho a la contratación directa y a la libertad sindical
Mayor información:
AURA RODRÍGUEZ
CORPORACIÓN CACTUS
Telefax: 571 2555073
571 3458329 - 3458340
Carrera 25 No. 51-37 Of. 301
Hace 2 años, 25 trabajadoras y trabajadores de C.I. Splendor Flowers, dieron origen al sindicato Sintrasplendor, una organización sindical autónoma que llegó a tener casi 1000 afiliadas y afiliados. Sintrasplendor hace parte de Untraflores, sindicato de industria que nació en 2001 con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las y los operarios, apelando a las leyes que amparan los derechos laborales y a los buenos resultados económicos que arroja el esmero diario de las y los operarios.
La primera batalla de Sintrasplendor fue por el registro sindical, que sufrió todo tipo de obstáculos en el Ministerio de Protección Social, pero que finalmente obtuvo a finales de 2005. Entonces comenzó la pugna por la negociación colectiva de la convención. La compañía, apelando a una vieja práctica antisindical del sector, facilitó la llegada del sindicato Sintrasplendor, reconocido por trabajadoras y trabajadores como sindicato patronal, con la intención de dividir y dificultar la negociación.
En octubre de 2006 volvió a repetirse la historia, muchas veces contada en el sector: la empresa prefirió cerrar la finca que negociar el pliego de peticiones, aduciendo dificultades económicas. Con ofertas de indemnizaciones más altas a cambio de su renuncia, DOLE dejó sin empleo a 2300 trabajadoras y trabajadores de Splendor y a otras decenas en varias de sus fincas de la Sabana de Bogotá. Las y los dirigentes de Sintrasplendor prefirieron acudir a un tribunal de arbitramento y mantener su batalla hasta el final.
Paralelamente, en el país continuaba la discusión sobre el Tratado de Libre Comercio, TLC, uno de cuyos sectores que se había anunciado como ganador desde el comienzo era la floricultura. La realidad que vivían las y los trabajadores de flores de DOLE, eran un duro ejemplo que desinflaba los argumentos en defensa de un modelo centrado en las exportaciones y la atracción de inversión extranjera.
Con dos años de retraso el Tratado se firmó y aún espera su ratificación en el Congreso de Estados Unidos, detenida, entre otras razones, por la falta de garantías para la libertad sindical que hay en Colombia.
Desde hace dos décadas varios intentos de organización sindical en la floricultura han sido sofocados por el gremio empresarial. El caso de las empresas Bogotá Flowers, Tuchany y más recientemente Wesmax y Flores de La Sabana, señalan que si bien en la floricultura colombiana no se ha presentado el tipo de violencia antisindical que ha vivido el resto del país y otros sectores exportadores como petróleo y banano, tampoco se ha logrado la consolidación de una organización autónoma que represente los derechos de las y los trabajadores. Un empeño que mantiene Untraflores en medio de múltiples dificultades y tropiezos.
Sintrasplendor aún espera el nombramiento del Tribunal de Arbitramento por parte del Ministerio de Protección Social para que sea reconocido su pliego de peticiones. Sus integrantes, junto con los cientos de miles de trabajadoras y trabajadores de flores del mundo entero, volverán a ser el eje de una celebración que busca rendirles homenaje y generar el justo reconocimiento de sus derechos laborales, en especial el derecho a la contratación directa y a la libertad sindical
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